martes, 12 de noviembre de 2013

Hidrología.

Los cursos de agua del Parque Nacional El Palmar tributan al río Uruguay, de gran influencia en el área protegida por constituir su límite este. Su cuenca imbrífera alcanza los 440.000 km2, de los cuales más de 70.000 pertenecen al territorio argentino. Su longitud llega a los 1612 km y transporta un volumenmedio de 4.700 m3 por segundo. Su nombre deriva de la lengua guaraní (uruguá = caracol, í = agua). Nace en las Sierras Do Mar y Geral, en Brasil, a menos de 100 km del Atlántico y, al desembocar en el río Paraná, forma con éste el Río de La Plata.
Apenas ingresado en el territorio argentino, en la provincia de Misiones, forma los famosos Saltos de Moconá; muchos arroyos que parten de las sierras de Misiones y del Imán vierten en él sus aguas, aumentando así su caudal.
En su paso por la provincia de Corrientes recibe el aporte de importantes ríos como el Aguapey, el Miriñay y el Mocoretá, y en Entre Ríos forma un salto conocido con el nombre de “Salto Grande”, para cuyo aprovechamiento se construyó la gran represa del mismo nombre, una obra de ingeniería seriamente cuestionada por su impacto ambiental negativo. Luego, en su recorrido hacia el sur, su ancho va aumentado: alcanza los 2.800 metros en Concepción del Uruguay, y finalmente un máximo de 5.000 metros. El nivel aumenta entre los meses de mayo y octubre y disminuye notablemente entre noviembre y abril.
Como se dijo, los arroyos que discurren por el Parque vierten sus aguas en el Uruguay. En el extremo norte, el Ubajay forma una parte del límite del área protegida; hacia el sur, el arroyo Los Loros, cuyos dos brazos principales forman parte del área. El arroyo Palmar es el tercero que encontramos de norte a sur; su cauce es algo mayor que el de los demás, con varios pequeños afluentes que, según el caudal de agua, adquieren mayor o menor importancia. El cuarto curso que corre de este a oeste es el arroyo Sumaca, que luego une sus aguas a las del Espino.
Los espejos de agua lénticos son temporarios y algunos se formaron en excavaciones efectuadas hace más de un siglo, cuando funcionaba en el predio una empresa calera.



Fauna.

De acuerdo a listados y estudios de diversos investigadores hoy podemos saber que el elenco faunístico del parque se encuentra integrado por entre 20 a 30 especies de mamíferos.
Entre ellos se encuentra el Carpincho, el roedor más grande del mundo, siempre asociado a arroyos que surcan el parque.
Junto a él encontraremos a otro pariente (también roedor), el Coipo o falsa Nutria. Si tenemos suerte tal vez encontremos nadando al Lobito de Río, especie en peligro de extinguirse debido a la persecución que sufre por su codiciada piel.
Los felinos están representados por el Gato Montés, el de los Pajonales y el Yaguaroundí.
En la zona del camping encontraremos numerosas cuevas excavadas en el terreno. Son las vizcacheras, refugio de otro roedor autóctono: la Vizcacha.
Esta especie encontró en este lugar un refugio seguro de sus mayores predadores el Zorro de Monte, el Zorro Gris y el Hurón, que no se acercan por la presencia humana.
Entre los mamíferos alados se halla el Vampiro, un murciélago que se alimenta de sangre (hoy en día principalmente del ganado doméstico). Se mueve en grandes bandadas que se refugian durante el día en lugares oscuros, para salir durante la noche en busca de su alimento.
Con respecto a las aves, se encuentran registradas para el Parque unas 160 especies, entre las cuales podremos encontrar al Carpintero Blanco, al Real y al Campestre y a los Inambúes Colorados o Martinetas, íntimamente ligados al ambiente formado por el palmar-pastizal.
También encontraremos grupitos de Ñandúes, que recorren los pastizales de los palmares y otros ambientes abiertos.
En las zonas bajas e inundables, ocupadas por ambientes acuáticos se halla el Chiflón, el Pecho Amarillo, el Pato Cutirí, el Gallito de Agua y el Ipacaá.
En la selva en galería se encuentra el Arañero de Cara Negra, el Tingazú y la Urraca Paraguaya, entre otras aves.
En las márgenes de los arroyos se halla el Biguá, que con sus alas extendidas, toma sol para secarlas, y al Martín Pescador Grande, al acecho de alguna presa.




Flora.

Entre la flora se destacan los Palmares de Yatay, que con una altura de 18 m. y bellas hojas arqueadas de color verde-ceniciento, se encuentran asociados a los suelos arenosos.
La vegetación herbácea que domina en los Palmares, está representada por las gramíneas, que forman extensos pastizales. La Chilca, arbusto ramoso también ocupa este ambiente y avanza sobre los pastizales.
En las zonas bajas, estos ambientes se combinan con otras especies, como el Ñandubay, de pequeñas flores crecen agrupadas en racimos y cuyos frutos, en forma de largas vainas retorcidas, son muy apreciadas por la fauna.
Lo acompañan el Tala y el Espinillo, que resalta del paisaje por su bella floración cuando sus espinosas ramas se adornan de innumerables botones dorados.
En el Monte Xerófilo encontramos ejemplares de Algarrobo Negro, cuyas legumbres de dulce pulpa sirve también al hombre para alimento y la fabricación de bebidas, el Quebracho Blanco y el Ñandubay.
En el estrato arbóreo de menor porte inferior encontramos al Molle y el Tala. Esta última especie, crece en suelos más húmedos, posee tronco tortuoso y ramas zigzagueantes provistas de espinas, y pequeñas hojas de borde dentado, que caen en el invierno. Asociadas a este ambiente encontramos una enredadera con una flor muy bella llamada Mbucuruyá o Pasionaria.
 Sobre la costa del río hallaremos también gran cantidad de Sauces, Ingá, ejemplares de gran porte como el Espina de Corona, etc.
Entre las especies vegetales exóticas encontramos el Paraíso, árbol introducido desde oriente, que llegó a dispersarse fácilmente en el parque, desplazando a las especies nativas.













 

Parque Nacional "El Palmar"

Este parque fue creado en 1966 con el objetivo básico de resguardar uno de los últimos palmares de Yatay -representativo de los que hasta fines del siglo pasado prosperaban sobre todo en el oriente de Entre Ríos-, aunque también extiende su amparo sobre otros ambientes de significativo patrimonio natural, como la selva en galería y el monte xerófilo.
Por su cercanía con los principales centros urbanos del país, este parque es uno de los más visitados y conocidos de la República Argentina. Lo llamativo de su paisaje poblado de palmeras, los bosques en galería que pueblan las márgenes de los ríos, la belleza del río Uruguay y la abundancia de su fauna silvestre constituyen los principales atractivos del Parque. Asimismo, ofrece muchas comodidades y servicios para el visitante: buenos caminos, camping, proveeduría, centro de informes, folletería y hasta una playa sobre el Uruguay. Posee distintos ambientes característicos del Espinal. El pastizal, por ejemplo, que se encuentra íntimamente ligado con los palmares, formando un ecosistema único (palmar-pastizal), que brinda alimento y refugio a innumerables especies de animales.




lunes, 11 de noviembre de 2013

Palacio San José

El Palacio San José (Monumento Histórico Nacional) es el referente histórico más importante de la Provincia de Entre Ríos. Construido en el medio del monte entrerriano a partir del año 1848, se constituyó en centro político relevante gracias al quehacer de su morador, el General Justo José de Urquiza, empresario y ganadero, caudillo y gobernador entrerriano, primer presidente constitucional de nuestro país.
Fue concebido como la residencia principal de un próspero establecimiento rural, en el que todas las actividades económicas derivadas de la faena del campo tuvieron cabida y desarrollo.
Allí pasó Urquiza los últimos veinte años de su vida en compañía de su esposa e hijos. Este recinto fue no sólo su morada, sino también escenario de hechos esenciales de nuestra historia cuando el pueblo entrerriano contribuyó de manera contundente a consolidar el federalismo y la república. En una de sus habitaciones fue asesinado en 1870.
Habiendo sido cuna de la Organización Nacional, en este ámbito fue jurada la Constitución Nacional reformada en 1994.
Amplios parques y jardines sirven de marco excepcional a la residencia, que hoy resguarda y rememora la vida íntima y pública de Justo José de Urquiza y, fundamentalmente, dos décadas de nuestro pasado que nos relatan la construcción y organización de nuestro país, desde el aporte de los entrerrianos.


                                      


ACCESO PRINCIPAL Y PARQUE EXÓTICO:
Por la entrada principal de la residencia ingresaron en diferentes oportunidades personalidades destacadas del mundo político de ese momento. Mitre, Derqui, y Sarmiento fueron recibidos con honores por el General Urquiza.
En el Parque Exótico, el dueño de casa volcó un aspecto de su personalidad , plantas de las más diversas especies y aves de distintos orígenes convivieron en perfecta armonía como demostración de su amor por la naturaleza.






CAPILLA:
En 1857, Urquiza toma contacto con el arquitecto Pedro Fossati con motivo de algunas construcciones que deseaba realizar en Concepción del Uruguay, en especial la nueva iglesia. Fossati, italiano nacido en 1827, se había graduado en el Politécnico de Milán, uno de los centros más prestigiosos de Italia.
Fossati inicia las tareas en San José, reformulando la Capilla. Decide construirla con una planta octogonal entendiendo que ordenaba mejor los espacios.
En los muros ochavados de los laterales del altar, se ubicaron en lo alto los dos púlpitos, verdaderas obras de arte en el tallado de la madera y su policromía.
Los muros laterales del acceso principal contienen los palcos para escuchar desde su interior las ceremonias, con acceso por dos escaleras caracol, de bellísima factura de hierro fundido.
El coro, también de madera fue ubicado sobre el acceso principal, y junto a los palcos, formando una unidad compositiva.






COCINA:
La cocina del Palacio fue realizada en 1864 por Tomás Benvenuto. Consta de tres hornos y cuatro hornallas.
Las tapas de los hornos son reguladores de entrada de aire, lo que le permitía graduar la temperatura deseada para cada tipo de cocción.
De forma octogonal, construida en hierro con aplicaciones de bronce, su ubicación central facilita el aprovechamiento integral del espacio.





JARDÍN FRANCÉS:
Circundado por una artística reja de hierro fundido, vincula el Parque Exótico con la entrada a la residencia por una avenida central de lajas traídas del Paso del Hervidero.
Olea fragans, magnolias, palmeras y flores de estación comparten el espacio con otros elementos ornamentales: piletas para peces, copones de cemento para plantas y asientos de mármol italiano.
Las líneas simétricas están reflejadas en la disposición de los canteros y en los detalles de la arquitectura del frente del edificio. La torre de la izquierda posee un reloj traído en 1857 con campana de las misiones jesuíticas. El que aparece en la otra torre está pintado con la hora del deceso del General Urquiza.






PATIO DEL PARRAL:
Patio secundario de la residencia donde se encontraban las habitaciones destinadas a albergar algunos familiares, a oficiales de los cuerpos permanentes de San José y a quienes venían a resolver asuntos de interés del dueño de casa. También en este sector funcionó un escritorio comercial, la cocina y un comedor secundario.



PATIO DE HONOR:
Constituye el recinto principal de le residencia y en donde transcurría la mayor parte de la vida familiar en San José. Cuartos de huéspedes, dormitorios familiares y dependencias de recibo se encuentran ubicados en este sector de la casa.



HABITACIONES DE HUÉSPEDES:
Los dormitorios de huéspedes se encuentran en el ala oeste del patio principal. Muchos visitantes ocuparon estas habitaciones en diferentes oportunidades, en la mayoría de los casos personalidades de importancia nacional e internacional. Las visitas del entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires , Bartolomé Mitre, en noviembre de 1860 y la realizada por Sarmiento, en febrero de 1870 dan cuenta del nivel y jerarquía que representaba esta casa y su dueño. En ambas oportunidades, estas visitas tuvieron que ver con hechos destacados en el devenir político de la época.





SALA DE LA TRAGEDIA:
Fue el dormitorio del General Urquiza, transformado posteriormente en oratorio, por su esposa . En este lugar cayó herido y fue posteriormente asesinado en el atardecer del 11 de abril de 1870.






SALA DE RECEPCIONES:
Llamada comúnmente Sala de los Espejos por su cielorraso realizado con más de cien espejos traídos de Francia . Constituye la expresión cabal del refinamiento y buen gusto que impera en todo el edificio.





SALA DE JUEGOS:
El billar fue una de las distracciones predilectas del General Urquiza . La mesa del Juego fue adquirida en la Casa Verdier Hnos. de París en 1865.




COMEDOR:
Es uno de los ambientes que refleja como ninguno la magnificencia de San José. Rememora una característica tradicional argentina : la hospitalidad. Fotos Diego 069
La mesa, realizada en madera de caoba y de 9 metros de largo, fue traída de Buenos Aires en 1858. Finísima porcelana , cristalería y platería fueron usadas en la casa según consta en la documentación existente en el Archivo Histórico del Palacio San José.





PARQUE DEL LAGO:
La última construcción monumental de San José fue el Lago artificial. Esta obra se realizó en el gran parque posterior. Con una extensión de 180 por 120 metros y cinco de profundidad. Un paredón de 80 cm de ancho lo circundaba, completando su diseño una vereda perimetral, una verja de hierro forjado y un templete. Un sistema de bombeo extraía el agua de una laguna cercana.
Diversas fiestas y agasajos tuvieron como protagonista, hacia fines de la década del 60, al entonces denominado Parque del Lago, sumando así un espacio de recreo y solaz a la residencia de Urquiza.